miércoles, septiembre 28, 2005

Fernandito Alonso

La columna de esta semana trata de un tema de rabiosa actualidad: un español, Fernandito Alonso, ha ganado el campeonato de Formula 1.

La gente se ha volcado a celebrarlo, y es que en España, no somos nada dados al esfuerzo, excepto cuando se trata de montar jolgorios. En esta ocasión, la fiesta tiene un color azul del que algunos estamos algo más que hartos. Azul por los colores del equipo Renault, franchutes todos ellos, excepto Alonso, que, mira tu por dónde, es de Oviedo. Qué casualidad, también la bandera de su ciudad es azul. Y entonces los de Movistar dicen que sí, que de puta madre lo del azul, que es el color que gana, y se suman al carro. No nos engañemos. Ser azul, hoy en día, mola. Cada mañana me levanto examinando mi piel de cerca en el espejo, para ver si consigo el tan preciado color. Pero la melanina no parece variar.

Volviendo al tema del joven campeón. Deberíamos analizar el por qué de su victoria. ¿Qué ha pasado con Schumacher? Este año corría las carreras con un correpasillos pintado de rojo. Francamente, he visto seiscientos mas veloces que su Ferrari. Es posible que hallan despedido al mecánico que entendía del tema. Pero me inclino a pensar que es por la pintura del coche. Claro. No es azul. Y el rojo hace que el coche pese más. Pura física, vamos. Por si fuera poco, el germano está viejo, y lleva el coche lleno de cajas de pitillos, para hacer publicidad. Normal que solo gane cuando corre solo. A veces, incluso así pierde. De su hermano Ralf, no hablamos, porque Farruquito conduce mejor.

Si los Ferraris eran correpasillos, los Mac Laren eran de papel. Muy bonitos, con su pintura metalizada que mola-que-te-cagas. Pero se rompían al pasar de sesenta kilómetros hora. Imagino que hacer los coches de papel de fumar no es una buena idea.
El pobre Raikonnen, finés, rubio, alto y con una mala suerte digna de cualquier poblado gitano, haría bien en cambiar su Mac Laren por un Mac Menú de cuarto de libra con queso, con patatas y bebida grande. Saldría ganando con el cambio.
Desde aquí le deseo a Alonso un feliz disfrute del título, unos felices vicios a su Play Esteishon 2, y que se le pase la chulería. Con lo borde que el chaval es a veces, un día le van a dejar la cara azul de un sopapo. Mejor. Así correra más. Y vosotros, ¿sois azules? ¿Deseais serlo? ¿Cambiamos el rojo-amarillo-rojo de España por el...mmm... verde?

jueves, septiembre 22, 2005

Benidorm City

Cuando Dios devastó las ciudades de Sodoma y Gomorra, allá por el Paleolítico, debido al putiferio que había, perdonó a una tercera ciudad: Benidorm.

Esta urbe está situada en el levante español. Nadie sabe donde está exactamente, pero todos han estado allí, o al menos han oído hablar de la diversa fauna que puebla sus calles. Hay tres tipos de especies: El Homo Guirifensis, venido de Inglaterra, de piel rosa, y bebedor de cerveza. Puede encontrarse en la playa todo el día, indiferente a los rayos UVA que le están provocando un cáncer de piel grande de cojones.

El Homo Vejestorius, que es un Homo Sapiens de mas de 60 años, con señora de serie incluida, y que baila tangos en los locales atestados de viejos. La clientela actual de esos lugares dentro de diez años estará en el cementerio. Es curioso como acuden en manada, inundando el paseo marítimo.


El tercer grupo, es donde nos incluimos todos: el Homo Jamos Hoy Homo Jamos Mañana. Especimenes jóvenes, de ambos sexos, y con ganas de esto último. Abarrotan las discos por la noche, tirándole a todo lo que se mueve. Durante el día, dormitan en la playa, o pasean los abdominales y glúteos que tanto les ha costado conseguir durante el año en el gimnasio. No hablaré del topless por tener público femenino.


Podemos destacar también, como características principales de Benidorm, que todo es caro, muy caro, que los apartamentos valen más que mi vida y la de mis futuros hijos, y que el agua de mar es salada.
Pero lo que realmente más me llama la atención es que en Benidorm, no vive nadie. Debe de ser una ciudad con solo dos o tres habitantes empadronados. Si queréis hacer la prueba, id allí y os encontrareis antes con vuestro vecino del quinto, que con un lugareño. Estos encontronazos fortuitos requieren de un gran talento social, para no quedar como un gilipollas con el del cuarto izquierda.

- Hooooombre!! Qué casualidad, ¿no?- Dice tu vecino

-Pues sí, pues sí, que coincidencia.- Y piensas, ¿cómo coño se llamaba el del cuarto?

- ¿ Habéis venido a pasar las vacaciones? -

No, hemos venido a trabajar en una fabrica textil clandestina, no te jode la lumbrera esta

- Sí, sí. Unos días de descanso, ya sabes. – contestas. ¿Cómo se llama el tío éste?

- Pues nada, que descanséis mucho, ¿eh?-

Llevo cuatro años diciéndole solo “buenas tardes” cada vez que me lo cruzo en el ascensor, y ahora tengo que hablar con él. La próxima vez me hago el sueco, que por estas tierras abundan y puedo pasar desapercibido.

Todos vosotros habéis estado en lugares parecidos. ¿Conocéis algún sitio tipo Benidorm city? ¿Cómo se llama mi vecino del cuarto?

martes, septiembre 13, 2005

Eventos familiares

Cada cierto tiempo, en todas las familias ocurren ciertos sucesos que provocan la unión y el reencuentro de sus miembros. Para algunos es un trauma, para otros, la mejor manera de dar por culo a los demás enseñando el BMW nuevo. Me refiero, cómo no, a las comuniones, bodas y bautizos. Los funerales, por ser menos festivos que los anteriores, los dejamos para otra ocasión.
El guión es casi siempre predecible. Uno se levanta un sábado de resaca, se enfunda en un traje, y pone rumbo a la iglesia. Es importante mentalizarse de la cantidad de gente que vas a tener que saludar, y conviene ir repasando mentalmente el árbol genealógico. Qué menos que recordar cómo se llama tu abuelo. En mi caso, los nombres se me dan bien y no es necesario. Al llegar a la puerta, cinco o seis personas en tu misma situación se esfuerzan en mantener el tipo. El resto, hasta completar la centena, están disfrutando como enanos. Ves llegar a una de tus tía-abuela, o abuela-tía. Da igual: intentas una maniobra evasiva sin éxito. Te caza por banda y comienza a hablar:


-¡Ayyyy, pero mira qué mayor que está! ¡Hay que ver lo que has crecido!

- Muchas gracias, tía Nemesia.
Justo cuatro palabras. Con un poco de suerte conoce al tipo del traje verde y se pone a charlar con él.


- ¡Ayyyy, pero qué barba te has dejado! Pareces más mayor

- Bueno, quizás un poco.

La cagaste Burt Lancaste. Ya sabía yo que aparecer con barba de un mes no era buena idea. Por lo menos, hemos conseguido otra respuesta de cuatro palabras. Entonces todo el mundo entra en la iglesia, y tu te crees salvado de lo que sin duda era un castigo divino.
Lo que ocurre dentro ya lo conocéis. ¿Aceptas a Menganito como legitimo esposo aunque se halla ido de putas en la despedida de soltero, y tú a Perenganita, que ayer se corrió una juerga con tres boys? Ambos dicen que sí, pero que deprisa que en el restaurante les van a poner mala cara. Después un piquito a la novia, que delante hay gente. Al salir, apretones de manos, enhorabuenas, granos de arroz en los ojos, y niños corriendo y haciendo el cabra, hasta que desgarran el traje que su mamá les ha comprado por una pasta, o hasta que su padre les da de hostias.
Si eres hábil y tienes mucha suerte, en el restaurante te sientas con tus primos, que están igual de cansados que tu. A mí me toca siempre con la tía Nemesia

-Ayyyy, si es que la ultima vez que te vi eras un renacuajo!
- Ya sería menos, tía - Uf, sigo casi digo la quinta, pienso.
- Que sí, que sí, me acuerdo de aquella vez que fuimos a...

*******DESCONECTAR******

Mientras asientes mecánicamente, empiezas tu batalla personal con el camarero. Si te comes todo lo que te ponga en el plato, ganas. No eres un novato. Has venido sin desayunar. Después de ocho bandejas de gambas, setas, jamón y canapés, tienes ganas de vomitar. El vodka de anoche, que aun está en tu estómago, se une a la fiesta. Cuando crees haber terminado con todo, llega el camarero, y te pregunta,

- ¿De segundo, desea tomar carne o pescado?
- ¿De segundo? ¿Cómo coño cuenta usted? Querrá decir “de noveno”, porque la ocho bandejas de comida no eran escasas. - murmuras. - ¿Perdón?
- Emmm... carne

Inevitablemente, el camarero gana. Con un gran dolor en el estomago, ves como el tipo del traje verde se levanta a echar la papilla, borracho como una cuba. Sonries, y te preguntas: ¿Son todas las bodas así? ¿Se callará la tía Nemesia?

Imagino que vosotros habreis estado en algun momento parecido. ¿Teneis experiencia en bodas/bautizos? ¿qué debería de haber hecho para callar a Nemesia?
¡Ayyyy!


viernes, septiembre 09, 2005

Y comienza el show!!


En eso que la gente llama “blogosfera”, abundan los blogs personales, una especie de diarios del siglo XXI. Como los diarios personales en papel, los de toda la vida, tienen una característica fundamental: No importan a nadie, excepto a quien lo escribe y, (quizá), a algún amigo suyo.

“Hoy me he levantado a las 7:30. Me he vestido, he bajado a la calle a Sansón para que hiciese pis, y he ido a la oficina. Por la tarde, he comido macarrones. Estaban muy ricos....”

El post, puede alargarse de esta manera hasta lo insufrible. Mierda, si entro en un blog, espero leer algo divertido, o por lo menos, interesante. En el lado opuesto, se sitúan los blogs incomprensibles, escritos por gente con diarrea mental y/o drogadictos con altas concentraciones de anfetamina en su cerebro.

“La brevedad del ente humano es tan solo una incongruencia en el Gran Orden de las Cosas, implicada por el raciocinio auto impuesto...”

Shit, otra vez: ¿Dónde narices esta la crucecita para cerrar la maldita ventana? Debajo del anuncio del Casino Virtual, cómo no.

Con la sana intención de evitar lo anterior, y por supuesto, de divertir al personal que pueda caer en esta página, nace “el amigo de un amigo”. Aquí no encontrarás la receta de la Eterna juventud, ni soluciones a tus problemas de ecuaciones diferenciales, ni tampoco fotos de tías en bolas. Tampoco de tíos en bolas. Quizás haya excepciones con lo penúltimo, pero no es esa la intención inicial. Dependerá sobre todo, de lo que demande el público. Y es en este punto donde entras en escena, querido lector. Si el post de cada semana te gusta, dímelo en un comentario. Si te parece una plasta, dímelo también. Y opina, discute con los demás, o pídeles el teléfono a las chicas que dejen una entrada. Yo pienso hacerlo. Me refiero a sólo a lo de discutir y opinar, claro.


Pero, ¿contestar a quien? Al ser el primer post, debería incluir una presentación del autor, (o sea, yo), que incluyese nombre, edad, ocupación, hobbies,... Estaría genial que tuviese nombre hebreo, y meter ahora un cita de Herman Melville: "Llamadme Ismael." Pero por desgracia, no me llamo Ismael, o puede que tu no hayas leído Moby Dick. Así que, simplemente, llamadme Asduril. Ya hablaremos de mi otro día. Y cuando os refiráis a mi, siempre podréis recurrir a, "...pues resulta que el amigo de un amigo..."