domingo, septiembre 03, 2006

La Farmacia

Un gran establecimiento para hacer amigos, celebrar reuniones vecinales, y pasar vergüenza. Así es una farmacia, con su crucecita verde de neón, sus papillas anunciadas en el escaparate y sus cremas para arrugarse más lentamente

Para mi gusto, a las farmacias les falta intimidad. Entrar a la farmacia y encontrar a tu vecino pidiendo pastillas para las flatulencias estomacales, arruina la buena imagen que puedas tener del hombre. La próxima vez que huela mal en el ascensor, sabrás que la culpa es del tío del quinto, y de su intestino sin tapón. Si te además te cae mal y quieres putearle, puedes soltarle a la de la bata blanca:

- Mejor dele dos cajas, que el portal siempre apesta-

Conviene no regodearse en el mal ajeno, o al menos no demasiado. Lo justo, como diría aquel. Uno mismo pasa vergüenza sin necesidad de padecer enfermedad o dolencia alguna. Al comprar condones, por ejemplo. Recordaré mi primera vez, hace ya algún tiempo.

La idea era realizar la operación rápidamente. Entrar, comprar y salir. El vecindario no tenía por qué saber si me gustan lisos, con estrías o sabor a plátano. El plan por tanto consistía en coger la caja del stand, acercarse a una dependienta, pagar y largarse. Sin más comentarios. Pero los planes siempre fallan, claro.

Una vez dentro comprobé que no había stand de preservativos. Solo de marca barata, y no está el mundo para jugar con las cigüeñas, que son unas putas. Así que me acerqué al mostrador y... ¿qué pedir? Acababa de descubrir un grave problema de sinonimia: distintas formas de llamar a una misma cosa, cada una para un contexto distinto. Dependiendo de lo que digas quedas como un macarra, o un estirado. Analicemos las opciones

a) ¿Tienes profilácticos? Sin duda la peor elección. Solo apta para finolis y pedantes. La palabra me recuerda a marcas de leche y yogures, por aquello de la lactosa. Profilácticos Nestle, por favor. De sabores

b) ¿Tienes condones? En el extremo contrario, demasiado macarra. Hey, tía, ¿tienes condones?, ya sabes colega, gorritos para la cola. No es mi estilo

c)¿Tienes preservativos? La opción correcta y elegida. Algo intermedio, con clase, estilo y sin sonrojarse.

- ¿cómo los quieres: normales, estriados, extra grandes...?

Realicé mi elección asombrándome de la variedad. Mayor incluso que entre los yogures de sabores. Las similitudes entre condones y yogures son muchas: diversos colores y sabores, es imposible terminar el paquete de una sola vez, y son caros. Muy caros.

Sobre el mostrador apareció una caja de doce. La chica me había visto cara de gigoló, o quizás tuviese exceso de stock. ¿Te quedan cajas de seis unidades? Algo mucho más manejable que el envase familiar “Grandes consumidores”

Salí de allí con mi dinero invertido en cilindros huecos de latex, confiando en que usarlos fuese más fácil que comprarlos. Y vosotros, ¿habéis pasado vergüenza en una farmacia?