sábado, septiembre 30, 2006

Pizzas Consultoras

En el año 33 d.C. un Tipo cenaba con sus amigos pan y vino. Partió el pan y se lo dio a los demás, diciendo Algo de lo que no me acuerdo, y Otra Cosa también para el vino. Casi dos mil años después, un compañero, en la cafetería del trabajo, me pasaba un trozo de pizza a las once de la noche.

- Tomad y comed, que ésto va para largo.

Dos semanas antes había firmado contrato en una consultora tecnológica. La llamaré Curri-Consulting para que no me demanden. Después de un año de beca, y con el vicio que tengo a trabajar, la oportunidad se presentaba que ni pintada. Una empresa hecha a medida del trabajador. ¿Y qué es lo que tiene que hacer un trabajador? Trabajar. Todo el día.

Curri-Consulting es un sitio donde se fabrica software, de todos los colores y sabores: telefonía móvil, bancos, cualquier empresa necesita programas para vender sus productos a, comunicarse con, y timar a sus clientes. Nosotros hacemos esos programas.
Los hacemos con tanto amor, que le dedicamos gran parte de nuestro tiempo de ocio y descanso. El amor que deberíamos darle a nuestros padres, hermanos o novias, lo ponemos en el trabajo. El amor es infinito: El trabajo por terminar antes de ir a casa, también

Hacer horas extras, lo llaman algunos. Se equivocan. El truco está en hacer horas de más todos los días. De ese modo, las horas extraordinarias, se convierten en ordinarias. No es exactamente que te lo ordenen, (risas por el juego de palabras con “ordinarias), aunque los tiros también podrían ir por ahí.

Las consultoras tecnológicas no son ningún invento del siglo veintiuno. De hecho, es un invento egipcio, con casi seis mil años. Los egipcios invadían un pueblo, por ejemplo, a los hebreos. Los conquistaban y los llevaban a trabajar a las pirámides como esclavos-consultores.


- Verá, estamos buscando gente dinámica, con ganas de trabajar y realizar una rápida carrera profesional. Hemos pensado que usted cumple el perfil de Consultor Pétreo

- Pues verá, no sé. Tengo que alimentar a mi familia, y teniendo en cuenta que acaban de incendiar mi granja y mi cosecha, me vendría bien el empleo. ¿A qué ha dicho que se dedican?

- Pirámides. Construimos pirámides para faraones. Nuestros empleados tienen rápidos ascensos.

- ¿Rápidos ascensos? Suena prometedor

- En efecto, cuanto antes construyan la base, antes podrán acarrear piedras de dos toneladas hasta la cima, desde una altura mucho mayor. Ascender, siempre ascender. Ese es nuestro compromiso hacia nuestros empleados.

- Entiendo. Consultor pétreo

La consultoría tecnológica ha sustituido a la construcción de pirámides. Mismo espíritu, distinto objetivo. A la pirámide en la que trabajo le quedan tres meses para acabar. Ya veremos cuánto duermo. Y vosotros, ¿hacéis muchas horas extras?

domingo, septiembre 10, 2006

Feliz Cumpleaños

Los cumpleaños son momentos inolvidables a edades tempranas. Fiestas llenas globos, regalos y amigos del cole. Antes de superar los 150 centímetros de altura, celebraba todos los cumples en el Burger King. Existía un motivo especial para ello, un elemento diferenciador con el que el Burger conseguía hacerse con todos los cumpleaños: la corona dorada

Una corona de cartón, pintada de color oro que era regalada a cada niño invitado. En las mesas, por tanto, había una veintena de reyes mojando las patatas en la Coca Cola, o destripando esos absurdos muñecos que vienen con la hamburguesa. En aquella época las figuras aún conservaban un poco de encanto. Traían partes moviles, y eran ligeramente desmontables. Años después algún niño gilipollas decidió ahogarse tragándose parte de su muñeco, y los legisladores decidieron que todos debíamos de pagar por él. No más sofisticación ni partes móviles en los muñecos del menú infantil. Hagamos niños estúpidos, incapaces de diferenciar un Pikachu de un whopper sin pepinillos.

A estas alturas de la columna el lector ya se imagina que hay un cumpleaños de por medio. Exacto. Ayer, el amigodeunamigo.tk cumplió su primer año de vida. ¡Enhorabuena! (Aplausos, musica de orquesta de fondo).

Creo que un año es la frontera temporal de los blogs. Conseguir pasarlo es indicativo de buena salud. Dificil, pero no imposible. Igual que el 55º cumpleaños de un corredor de bolsa. Este primer año de vida ha sido posible gracias a vosotros, que habéis leído y comentado los post. Sin ese impulso, aquel amigo invisible, que nadie conoce, pero que podría ser cualquiera, no habría sido posible.

Entre los grandes faustos y celebraciones que preparo, destacan una gran fiesta imaginaria, un viaje imaginario y un premio en metálico imaginario para los ganadores de las encuestas. La semana que viene pondremos una para elegir la mejor columna del año. Algunas son flojas, pero recuerdo grandes momentos con las mascachapas, una célula hija de puta, o los Artículos Lo, la, los, las ¿Cúal creeis que es?

domingo, septiembre 03, 2006

La Farmacia

Un gran establecimiento para hacer amigos, celebrar reuniones vecinales, y pasar vergüenza. Así es una farmacia, con su crucecita verde de neón, sus papillas anunciadas en el escaparate y sus cremas para arrugarse más lentamente

Para mi gusto, a las farmacias les falta intimidad. Entrar a la farmacia y encontrar a tu vecino pidiendo pastillas para las flatulencias estomacales, arruina la buena imagen que puedas tener del hombre. La próxima vez que huela mal en el ascensor, sabrás que la culpa es del tío del quinto, y de su intestino sin tapón. Si te además te cae mal y quieres putearle, puedes soltarle a la de la bata blanca:

- Mejor dele dos cajas, que el portal siempre apesta-

Conviene no regodearse en el mal ajeno, o al menos no demasiado. Lo justo, como diría aquel. Uno mismo pasa vergüenza sin necesidad de padecer enfermedad o dolencia alguna. Al comprar condones, por ejemplo. Recordaré mi primera vez, hace ya algún tiempo.

La idea era realizar la operación rápidamente. Entrar, comprar y salir. El vecindario no tenía por qué saber si me gustan lisos, con estrías o sabor a plátano. El plan por tanto consistía en coger la caja del stand, acercarse a una dependienta, pagar y largarse. Sin más comentarios. Pero los planes siempre fallan, claro.

Una vez dentro comprobé que no había stand de preservativos. Solo de marca barata, y no está el mundo para jugar con las cigüeñas, que son unas putas. Así que me acerqué al mostrador y... ¿qué pedir? Acababa de descubrir un grave problema de sinonimia: distintas formas de llamar a una misma cosa, cada una para un contexto distinto. Dependiendo de lo que digas quedas como un macarra, o un estirado. Analicemos las opciones

a) ¿Tienes profilácticos? Sin duda la peor elección. Solo apta para finolis y pedantes. La palabra me recuerda a marcas de leche y yogures, por aquello de la lactosa. Profilácticos Nestle, por favor. De sabores

b) ¿Tienes condones? En el extremo contrario, demasiado macarra. Hey, tía, ¿tienes condones?, ya sabes colega, gorritos para la cola. No es mi estilo

c)¿Tienes preservativos? La opción correcta y elegida. Algo intermedio, con clase, estilo y sin sonrojarse.

- ¿cómo los quieres: normales, estriados, extra grandes...?

Realicé mi elección asombrándome de la variedad. Mayor incluso que entre los yogures de sabores. Las similitudes entre condones y yogures son muchas: diversos colores y sabores, es imposible terminar el paquete de una sola vez, y son caros. Muy caros.

Sobre el mostrador apareció una caja de doce. La chica me había visto cara de gigoló, o quizás tuviese exceso de stock. ¿Te quedan cajas de seis unidades? Algo mucho más manejable que el envase familiar “Grandes consumidores”

Salí de allí con mi dinero invertido en cilindros huecos de latex, confiando en que usarlos fuese más fácil que comprarlos. Y vosotros, ¿habéis pasado vergüenza en una farmacia?