miércoles, octubre 12, 2005

Las mascachapas


Quizás tenga una idea equivocada de cómo debe ser la chica ideal, pero me gustaría que fuese dulce, simpática y a ser posible, guapa. Así opina la mayoría de la gente que conozco. Pues bien; las mascachapas son chicas que no cumplen nada de lo anterior. Son lo que suelen llamarse "chicas malas" o "malotas", en grado supino. Todos conocemos mascachapas, y es que abundan en la noche, en algunos barrios más que en otros.
Veamos los dos últimos ejemplos de mascachapas que Tío Diego y yo hemos encontrado.

  • La Boxeadora. No puedo recordar el nombre de la chica. Lo que nunca olvidaré es la violencia que destilaba por sus poros. Cinco minutos después de empezar a hablar con ella, estaba explicándonos cómo se deben dar puñetazos para no hacerte daño en la mano. Con técnicas de kick-boxing, ni más ni menos. Por fortuna, la explicación resultó ser meramente teórica, sin demostración práctica en nuestros huesos. Contaba también este encanto de chicha sus méritos en peleas callejeras variadas, y a cuántos chicos había enviado a Corporación Dermoestética, con el tabique nasal hecho tiza.
    Si quería impresionarnos, realmente lo hizo. A punto estuvimos de salir corriendo. Por cierto, la conocimos en Benidorm, pero era de Fuenlabrada. Gran lugar donde los halla.

  • No menos espectacular que la Boxeadora, es el caso de Piru Levantachotos. Con apenas metro cincuenta, esta señorita tenía pinta de ser de lo mejorcito del barrio. El caso es que Piru y su amiga estaban bailando el baile del gorila en el centro de la pista. Era realmente el auténtico baile del gorila, (no lo de la Melody), pues incluía gritos, saltos, y creo, despiojarse mutuamente. Con semejante panorama, y un poco de baile de zorreo, Tío Diego me dijo:

    - estas mascachapas están hechas en cinco minutos.
    - Joder, es que son muy chungas. – respondí
    - Pues date la vuelta y míralas ahora.

    Lo que me señalaba era la Autentica Danza de Apareamiento Gorila. Eso terminó por despejar todas mis dudas.

    - Sígueme. Las entramos en cinco segundos.

    La presentación fue espectacular. La chica se llamaba, como hemos comentado, Piru, (de Piruleta, según ella). Se dedicaba al negocio cárnico. O sea, era carnicera. De las del cuchillo grande de destripar, entendí. Presumía de levantar buenos chotos, y exhibía como prueba unos cuidados bíceps. Naturalmente, de conversación, no iba nada sobrada. Y a mí, el tema de las chuletas de ternera, no me apasiona.
    Su amiga, que por eliminación le había tocado a Tío Diego, no daba tampoco mucho juego, así que tras despedirnos educadamente, pusimos tierra de por medio.

¿Cómo alguien puede presentarse como “Piru”? Entiendo que tus amigos te llamen así en confianza, pero, a alguien a quien no conoces... uff. Claro que no es la primera vez que oigo nombres de chicas absurdos en presentaciones. Podemos dejar eso para futuras columnas.
¿Habéis tenido algún encuentro con alguna mascachapas? Confesad, no solo podéis conocer a eminentes literatas, digo yo.