jueves, noviembre 24, 2005

Cuenta bloqueada

En efecto, esta semana me han hecho una gran faena en la facultad. Mi cuenta, con la que me conecto allí en los ordenadores, ha sido bloqueada por algún idiota ataviado con bata blanca y aires de grandeza. Os preguntareis, ¿qué habrá hecho este tipo para merecer semejante castigo? ¿asesinato? ¿secuestro? ¿suscribirse por un año a una revista del corazón? No. Sencillamente, leer un periódico digital. En un país en el que robar es deporte nacional, la corrupción se premia y la cultura se olvida, leer el periódico con medios públicos, (la cuenta es de la facultad, que la paga con mi dinero), está prohibido. Contaré cómo fue la secuencia:

Estaba yo realizando la ya mencionada actividad ilegal, cuando, de repente, aparece un mensaje en la pantalla.


“Por realizar una actividad no permitida, tu cuenta ha sido suspendida. Acude al personal técnico”.
Coño, pensé, no tiene esta gente otra cosa que hacer que darme por detrás. Y encima no he podido terminar de leer el artículo. Tambien es mala suerte, que me hayan cazado a mi, mientras el tipo que esta a mi lado está descargando porno transexual.

Pero en fin. Con mala gana me levanto de la silla y me dirijo a la “Sala de Técnicos”. En efecto, técnicamente, son todos imbéciles, por lo que el nombre de la sala está bien puesto.

- buenas, vengo por que no puedo acceder a mi cuenta.
- Lo mismo la tienes bloqueada por realizar una actividad no permitida. – me responde el más gordo

Mira por donde, ya sé quien escribió el mensajito de la pantalla. Ha sido Gordo.

- pues no se... – yo intentaba hacerme el remolón. Lo mismo esperaba que me pusiera de rodillas y pidiera misericordia.
- Sí, aquí está. Estabas leyendo el periódico en Internet- dice Gordo mientras me pone en los morros una captura de pantalla. -Ahora tu cuenta se bloquea durante dos días, y la próxima vez durante dos meses. - En su cara se dibujó una extraña mueca de satisfacción. Creo que en ese momento, Gordo era feliz. Feliz por realizar bien su trabajo, feliz por putearme.

Me marché de allí sin preguntar qué ocurriría si me bloquean tres veces. Terminaría mis días remando en una galera o quizás en un taller textil clandestino, en el mejor de los casos. Por el momento, ya no leo el diario.



Cambiando de tema, algunos me habéis comentado que no podeis postear, a ver si esta semana arreglo el problema. La página ya lleva 380 visitas que no es moco de pavo, en menos de tres meses. A ver si se corre un poco la voz, la gente empieza a escribir comentarios y ésto se anima más