domingo, marzo 19, 2006

Fiestas en tu cuarto

Las fiestas en casa son situaciones raras. Los padres de algun amiguete han decidido marcharse de vacaciones y el hermano pequeño ha sido sobornado para que no se vaya de la lengua. Poco os puedo contar de esos jolgorios que no sepais ya. No obstante, existe una variante de las fiestas en casa, conocida por empezar con la frase: "Vamos todos a mi cuarto”.

Si ya es arriesgado meter a quince personas en tu casa, comprimirlas en una sola habitación tiene tanto peligro que solo los más osados, valientes o inconscientes se atreven con la tarea. Los motivos son (a) los hermanos tienen las acciones correspondientes al otro 50% de la casa y se niegan a prestártelas, o (b) vives en una residencia universitaria y tu territorio termina en la puerta de tu habitación. El caso (b) lo plantearon un par de chicas simpáticas a quienes acababa de conocer, amigas de Turi creo. La policía había terminado con un botellón antes de tiempo y los seis litros de vino tenían que terminarse en algún sitio.

Con tanta sardina en tan poca lata, es fundamental organizarse bien. Una mesita en el centro, junto a los vasos y la pila de bricks de vino, los hielos a la bañera e instalarse de la manera más cómoda posible en camas o sillones. El mejor lugar: en la cama junto al mono gigante de peluche. Es increíble lo que nos gustan a algunos los peluches, moviendo los brazos, gesticulando con ellos, o imaginando que te contestan si les preguntas, ¿bueno gorila blanco, qué tal te los estás pasando? Siempre hay alguien que coje un peluche y empieza a moverlo con inequívocos gestos sexuales. Un día el gorila cobrará vida, se enfadará de veras y le arracará la cabeza al tío que le hace tocarse la cola. Así que yo procuro dejar en paz a los simios, no vaya a ser que me toque el descabezamiento.

Durante la fiesta, los organizadores pueden recibir llamadas comprometidas. Tu novio/a, a quien no invitaste deliberadamente o tu madre, para ver que tal estás. Mientras el teléfono suena, se produce una alarma general. Uno se tira sobre la cadena de sonido para bajar la música, y todos comienzan a hablar en susurros. Grave error, hablar en susurros es tan divertido que alguien se termina riendo en voz más alta.

La ventaja principal de las fiestas en tu cuarto es que tienes menos que recoger al día siguiente. Confío en que el vino que se cayó al suelo el otro día no armara demasiado estropicio, ya que con las velitas (tomad nota, iluminación indirecta) y la música, a las chicas les quedó muy logrado.

Antes de salir de allí, miré atras y el mono blanco seguía sonriendo. Lo pasaría bien. Moraleja: Haz siempre caso al mono blanco


Para terminar, y aunque no tiene que ver con el tema, quisiera dejar zanjado lo que se ha conocido en la prensa internacional como el Escándalo Time Symmetry: No quise criticar al grupo en concreto, sino simplemente hacer una columna divertida. Time Symmetry es un grupo al que merece la pena ir a ver, como ha quedado aclarado en los comentarios