lunes, marzo 06, 2006

Desayunar Fanta

Hoy es uno de esos días en los que me he despertado en una cama que no es la mía. Con el regusto al ron de anoche en la boca, una brutal falta de horas de sueño encima, y una amiga mía al lado. Mi vieja amiga la señorita Resaca, no se vayan a creer ustedes que elamigodeunamigo ha mojado este fin de semana. Continuamos con el celibato obligatorio hasta que la madre de mis futuros hijos (o cualquier otra), tenga a bien aparecer en mi vida, o más bien, en mi cama.

Como decía, he despertado en casa de un colega después de pasar toda la noche de juerga con Tío Diego y otros amigos. Primer objetivo, encontrar los pantalones, (obviamente no están en su sitio), antes de que la hermana me vea en calzoncillos. Segundo, pasar a la habitación de al lado a despertar a tu gente de la peor manera posible. A gritos, encendiendo y apagando la luz, como solo un amigo puede despertarte. Respuesta invariable: recuerdos a mi puta madre.

Es curioso como al planificar la compra para el jolgorio nunca pensamos en el desayuno del dia siguiente:

- veamos, hay ron, whiskey, patatas fritas, Doritos, Coca-cola, pizzas: Perfecto. Está todo.
- ¡Qué bien! Dos botellas de ron...


Si se nos ocurriera meter unas galletas en la compra, no tendríamos que desayunar patatas fritas con Fanta de limón sin gas. Mientras uno castiga al estómago de esa manera, intenta consolarse leyendo en la etiqueta: “6 % de zumo”. Gracias al cielo, a veces tu amigo tiene café en su casa, y te metes el chute de cafeína matutino


El ritual continua por recoger tus trastos (gafas, frasco de lentillas, líquido de lentillas, pasta de dientes). Todo tipo de material de aseo que no has usado porque llegaste anoche bebido y con ganas de meterte al sobre. No obstante, lo metes en la mochila, junto a la camisa usada con necesidad urgente de lavadora.

La casa tiene que estar recogida antes de que lleguen de viaje los padres. Un error de principiante suele ser no sacar la basura. Intenta justificarle a tu madre que ayer comiste cuatro pizzas y usaste seis vasos de plástico, a ver si lo consigues. Si tienes éxito, no te costará convencerle de que te bebiste tu solo la botella de ron que está al fondo del cubo.

Y vosotros, ¿os acordáis de comprar las galletas del día siguiente? O sois de Kas naranja.